miércoles, 23 de junio de 2010

EDUCACION VIRTUAL EN LAS TRANFORMACIONES EDUCATIVAS

La virtualidad es la expresión de dos grandes aspiraciones y estrategias del sector educativo: ampliación de cobertura y mejoramiento de la calidad. Realizar la re-ingeniería de la pedagogía, las instituciones y los sistemas educativos, es una tarea pendiente y la mayor perspectiva que se vislumbra con las nuevas tecnologías.


Ninguna disciplina del quehacer humano ha sido más afectada en la historia por los grandes cambios tecnológicos que la educación. Desde la invención de la escritura, los seres humanos con vocación educadora han utilizado todas las herramientas tecnológicas a su alcance para enriquecer el proceso educativo y propagar eficazmente el conocimiento. Cuando surgió la revolucionaria innovación de la imprenta, se estableció rápidamente el primer sistema de “educación virtual”: el libro. Esta eficaz herramienta tecnológica introdujo un nuevo concepto en la educación al permitir que el discípulo recibiera todo el conocimiento del maestro aunque ambos estuvieran a miles de kilómetros en el espacio o a cientos de años en el tiempo. Hoy en día ningún educador duda de las bondades de invitar a los autores de sus libros favoritos como “profesores virtuales” de su aula.
Si la imprenta fue el invento más influyente y revolucionario del milenio pasado, sin duda el que hasta ahora lleva la delantera en cuanto a impacto y perturbación del mundo que conocemos se llama Internet. Naturalmente, la educación ha sido la primera en tomar nota de su llegada y la pionera en poner a su servicio esta red mundial de comunicación y conocimiento. Innumerables aplicaciones y usos novedosos han surgido en el ambiente universitario y han sido acogidos inmediatamente por estudiantes y profesores ávidos de incorporar a su clase lo último en tecnología.
Sin embargo, los esfuerzos personales de algunos se ven muchas veces frenados por el ritmo diferente en el que evolucionan las instituciones educativas a las que pertenecen. El objetivo del presente documento es llamar la atención a las universidades sobre la importancia de acoger y fomentar el uso de las nuevas tecnologías de comunicación y manejo de la información en las aulas de clase, ya sea como complemento de los cursos presenciales o como fundamento de nuevos cursos completamente virtuales.

Para una exitosa implantación de los conceptos y herramientas de la educación virtual todos los usuarios (profesores, alumnos, directivos) deben reconocer y comprender el inmenso cambio cultural que se está presentando en el proceso educativo, aprender a convivir con él y capacitarse para aprovechar al máximo sus ventajas. Este es un camino que no tiene marcha atrás y que es preciso tomar con prontitud, ya que la comunidad educativa lo está exigiendo con impaciencia.
¿Por qué educación virtual?
Existen muchas definiciones de educación virtual o del reiterado término “e-learning”. Todas involucran una ecuación muy simple: (Educación + Internet). La mayoría plantean la distribución de contenidos en múltiples formatos electrónicos, la creación de una comunidad interconectada de estudiantes y profesores y la administración y control de toda esta experiencia educativa.
La tecnología ha cambiado fundamentalmente el proceso de educación de las personas. El conocimiento ya no está reservado a quienes tienen acceso a la información reposada en bibliotecas y facultades. En la actualidad, cada persona debe jugar un rol activo en su adquisición de conocimientos sin depender de los demás. El crecimiento y desarrollo profesional así como la actualización permanente de sus capacidades son el resultado de la decisión de cada individuo de mantenerse vigente y competitivo. Hoy más que nunca el término “autodidacta” ha cobrado validez y los educadores tienen que enfrentar a una comunidad de alumnos más exigente y autónoma.
Internet tiene la habilidad de nivelar el campo de oportunidades para todos. Ya sea que se trate de un alumno de secundaria buscando la respuesta a un problema de geometría o de su padre atendiendo las exigencias de un programa MBA en línea, las posibilidades son ilimitadas y la oferta es cada vez más extensa. A medida que las posibilidades de conexión mejoran y la tecnología de administración y creación de cursos se hace más accesible, la demanda de servicios de educación virtual seguirá creciendo exponencialmente.
La educación virtual es una experiencia reciente, pero que ha tenido una expansión vertiginosa en el mundo entero. Como ha sucedido en otros campos, la aplicación de las tecnologías digitales a la educación se ha desarrollado desde dos vertientes estratégicas. Entre estos dos polos de desarrollo se da un amplio espectro de realizaciones.

Una primer vertiente estratégica, la más conocida y extendida, consiste en aplicar las nuevas tecnologías a cursos y programas de formación y capacitación para estudiantes remotos o "a distancia". En esta vertiente, del conjunto de tecnologías de información y comunicación - TIC (también denominadas "telemática por la conjunción de los términos telecomunicaciones e informática), se privilegian las tecnologías de comunicación, que son utilizadas como nuevos medios de entrega de contenidos como mecanismo para facilitar y ampliar la cobertura, preferentemente a estudiantes remotos.

La gama de las tecnologías de comunicación es amplia y creciente, aunque básicamente existen cuatro consideradas mayores: la videoconferencia; la transmisión satelital; los discos compactos (CDs y DVDs); y los diversos tipos de Internet. Si bien comúnmente los términos para designarla no son los apropiados, a estas aplicaciones se las denomina genéricamente como la educación virtual o aprendizajes electrónicos (e-learning; e-training; e-ducation). Con todo, éstos términos comprenden también válidamente a los desarrollos de la otra vertiente. Para referirnos específicamente al desarrollo de programas académicos a distancia soportados con tecnología virtual, los denominaremos simplemente educación a distancia/virtual, pues su evolución tiene como punto de partida la que hoy puede denominarse tecnología tradicional de educación a distancia (módulos en papel, apoyados en casetes de audio y video e interacción vía postal, telefónica o con tutores).

Dentro de esta vertiente de desarrollo y a partir del "sistema postal" (nivel I), la virtualidad ha comenzado a evolucionar. Inicialmente se reemplaza el sistema de transporte postal por materiales transferidos electrónicamente. Su funcionamiento es simple: los cursos se almacenan en bases de datos conectadas a un servidor instruccional (SI) conectado a Internet como medio para enviarlos a los estudiantes y una interacción asincrónica por medio del e-mail o correo electrónico (nivel II). Posteriormente, se han venido incorporando componentes de audio y video y comunicación virtual de una vía. En este nuevo nivel, además de la base de datos y el servidor instruccional (SI) se requiere una base de datos multimedial unida a un servidor multimedial (SM) conectadas a Internet (nivel III). Luego, se han venido adicionando componentes dinámicos de interacción. Para ello, además de las configuraciones anteriores deben agregarse equipos de edición y digitalización de audio y video, equipos de compresión/decompresión y transmisión de datos, nuevos equipos de almacenamiento, dos tipos de administración de base de datos, software para navegación, programas de chat y boletines, horarios para sesiones de conferencias en vivo con interacción asincrónica y sincrónica de dos vías y, lo que es más importante, redes de comunicación con un ancho de banda mayor (nivel IV). Los últimos desarrollos no sólo se basan en más modernas formas de entrega sino en materiales mucho mejor preparados, transformados en lo que se denomina objetos de aprendizaje (learning objects) y componentes interactivos que se adecuan a las necesidades específicas de los estudiantes y, como tal, pueden ser de-construídos, reorientados y re-usados por medio de diversas plataformas que permiten la interoperabilidad. Igualmente incorporan test o evaluaciones autoformativas, denominados tutores electrónicos (read electronic tutors) y otros desarrollos (nivel V). Por supuesto, en cada institución y país los avances en esta primer vertiente estratégica son diferentes.

La segunda vertiente estratégica aplica las TIC a la investigación y desarrollo de virtualidad en aspectos como la administración y servicios académicos y, por supuesto también, la docencia (presencial y remota), privilegiando la tecnología informática. Aunque en algunas de ellas se experimenta igualmente con programas a distancia/virtuales, como los desarrollos se han dado generalmente en las facultades de ingeniería de sistemas o en instituciones donde no existía interés por la modalidad a distancia, las aplicaciones virtuales se dan, por lo menos en buena parte de los casos, dentro de una reafirmación de la vocación presencial como mecanismos de apoyo de los procesos de aprendizaje presenciales y formas de agregar valor agregado a la interacción entre alumnos y docentes en el aula de clase.

En esta vertiente se adelantan programas de adopción, adecuación o desarrollo de software como mecanismos de apoyo para el mejoramiento de la calidad tanto de las metodologías y prácticas docentes, de los diferentes servicios educativos así como de la organización y administración de las propias instituciones educativas. Si bien el término aparece como algo simplista, a estas aplicaciones se las ha denominado comúnmente como informática educativa. Los avances en esta vertiente son igualmente diferenciales y abarcan campos que van desde el desarrollo de software educativo y plataformas virtuales, desarrollo de micro-mundos virtuales, hasta inteligencia artificial, tanto para educación presencial como a distancia.

Esta doble perspectiva de la virtualidad es, por lo demás, la expresión de las dos grandes aspiraciones y estrategias del sector educativo: ampliación de cobertura y mejoramiento de la calidad.
Si bien es cierto que, con diferencias de niveles y matices un amplio número de las instituciones del mundo han concentrado el mayor volumen de actividades en la primer vertiente, no puede pretenderse que ésta sea ni la única, ni mucho menos que agote el concepto de educación virtual. En sentido estricto, unos y otros desarrollos conforman la educación virtual. Y, de hecho, las nuevas tecnologías de información y comunicación (TCIs) se aplican a las diversas funciones (docencia, investigación, administración y servicios) de la educación en general y particularmente de la superior. Es decir, la educación virtual abarca tanto las metodologías de educación presencial y a distancia, comprende la totalidad de funciones y ámbitos de la educación superior y sirve a las estrategias de cobertura y calidad. Por lo demás estas oposiciones no son irreconciliables sino que deben entenderse de forma dialéctica.

Así las cosas, y a sabiendas que se trata de un campo en acelerado proceso de transformación, bajo el concepto de educación virtual vamos a designar en términos generales el ofrecimiento de los diferentes procesos y servicios educativos por medio de la aplicación de tecnologías informáticas y de telecomunicación que utilizan el lenguaje digital o numérico binario para representarlos, simulando la realidad y recreándola sin someterse a las limitaciones espacio-temporales propias de los ambientes físicos.

De otra parte, con el desarrollo de las TIC se ha dado y se profundiza cada vez más un importante proceso de convergencia: entre las tecnologías de información y comunicación; entre las diferentes estrategias de desarrollo; y, más recientemente entre tecnología y pedagogía. No obstante que son todavía muy pocos los años de experiencia y experimentación en materia de educación virtual, es preciso reconocer y comprender este dinámico, histórico y cada vez más significativo proceso de convergencia. Sin lugar a dudas, allí radica a nuestro juicio la clave para desarrollos apropiados y la gran potencialidad de la educación virtual.

De hecho, luego de las primeras experiencias y de no pocas desilusiones en la supuesta "rápida expansión de la cobertura" y/o "ampliación de los mercados" de educación superior, entre otras cosas debido a las deficiencias y asimetrías tecnológicas y sociales, tan propias de nuestros países; y luego de los primeros proyectos, acciones y desarrollos de software de aprendizaje, plataformas administrativas y demás, muchos de ellos bastante simplistas, en una y otra vertiente se han venido decantando las euforias iniciales, acumulando conocimientos y desarrollado mayores experticias.

Así, en la actualidad no sólo se comienza a contar con programas de educación a distancia/virtual mas elaborados; sino que igualmente se ha producido una lenta pero gradual transformación de las prácticas docentes (presenciales y a distancia), administrativas, de intercomunicación e interacción en los más diferentes servicios educativos, gracias a cada vez más poderosas, flexibles e integradas herramientas virtuales. Ellos son producto de los importantes procesos de convergencia en marcha, particularmente entre las TIC, la pedagogía y las mas diferentes ciencias naturales y sociales que permiten entender cada vez mejor los procesos del conocimiento y la intercomunicación. Si, por medio de las necesarias decisiones ético-políticas estos procesos de convergencia que se dan con ocasión de las nuevas tecnologías y de la virtualidad se aceleran y profundizan -tanto a nivel global como de los países, no cabe duda que podrá comenzar a repensarse y a reinventarse un nuevo tipo de institución y práctica educativa, a partir de la virtualidad. Quizás entonces, estos nuevos desarrollos de la educación virtual puedan efectivamente comenzar a responder a las diversas y ya viejas aspiraciones de transformación del sector educativo.

Por lo demás, estos procesos de convergencia y transformación no son propios ni exclusivos del campo educativo. Se dieron igualmente en el área empresarial, donde fueron aplicadas con antelación las nuevas tecnologías. Al irrumpir la informática y las telecomunicaciones digitales en las empresas se tuvo inicialmente la ingenuidad de creer que, con su sola incorporación, se irían a acelerar los procesos de producción y las utilidades. Ello no fue así. Por el contrario, durante los años ochenta del siglo pasado, las nuevas tecnologías evidenciaron grandes problemas y produjeron crisis y fracasos. Tanto, que tuvo que surgir la denominada Re-ingeniería, para cambiar la empresa, su organización y su gestión con el conocimiento y la ayuda de la tecnología informática y la convergencia de muchas otras ciencias.
Realizar la re-ingeniería de la pedagogía/andragogía así como de las instituciones y de los sistemas educativos a partir de la virtualidad, es sin duda la tarea pendiente y la mayor perspectiva que se vislumbra con las nuevas tecnologías. A ella habrán de dedicarse los mayores esfuerzos en futuras nuevas etapas de desarrollo de la educación virtual.

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